En el trienio 2008-2010 se han perdido 750.000 empleos en la industria española. En paralelo se han construido 15 centrales termosolares, que han creado millares de empleos directos e indirectos.
El presidente del Consejo de Industria de la CEOE, J. Miguel Guerrero, se ha lamentado de la gravedad de la crisis sufrida por la industria nacional en un reciente artículo periodístico, que tituló ‘Modelo y política industrial de futuro’ (Cinco Días, 10 de febrero de 2011, Pág. 15). Según el señor Guerrero, la crisis económica y financiera global que ha convulsionado los mercados internacionales durante los últimos años ha puesto de manifiesto las debilidades de las economías de muchos países industrializados. Según su opinión, en el caso español esta crisis ha provocado que nuestra industria atraviese por uno de los momentos más complicados de su historia reciente, con importantes caídas de producción y empleo.
Tomando datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística, el presidente del Consejo de Industria de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales ha revelado que desde el primer trimestre de 2008 hasta el tercero de 2010 se han perdido más de 750.000 puestos de trabajo en la industria, descenso que ha ido acompañado de una disminución del peso relativo de este sector en nuestra economía en términos de valor añadido bruto (VAB).
Para la CEOE, el camino para salir de esta crisis pasa por la mejora de la innovación y de la competitividad y por la internacionalización de nuestra economía, un proceso en el cual el sector industrial, por su capacidad de tracción sobre el resto de sectores y por su carácter altamente intensivo en exportaciones, está llamado a jugar un papel principal en la senda de la recuperación económica.
Si hay un sector que cumple a la perfección este retrato-robot realizado por la CEOE y que no ha perdido empleo en los últimos años, sino todo lo contrario, que lo ha creado, ha sido el termosolar, en el que España es líder mundial.
Mientras la industria nacional perdía esos 750.000 empleos desde 2008 a la fecha, en ese mismo período de tiempo se estaban construyendo y/o entrando en servicio al menos quince centrales termosolares, con una potencia de 671 MW (antes de 2008 sólo habían entrado en funcionamiento la PS10, en Sanlúcar la Mayor, y Andasol 1, en la provincia de Granada).
Las centrales termosolares generan numerosos puestos de trabajo desde su diseño hasta su puesta en marcha. Cada planta de 50 MW da empleo durante todas sus fases (diseño, fabricación de componentes e instalación) a un promedio de 5.000 puestos de trabajo equivalentes/año, directos y otros tantos indirectos.
Además, las centrales de 50 MW de potencia que han sido construidas en nuestro país dan ocupación en su lugar de emplazamiento a unas 500 personas durante los dos años que dura su construcción. Y una vez operativas, requieren de una plantilla indefinida de 50 trabajadores por central. Todos estos parámetros aplicados a las 15 centrales levantadas durante el peor periodo de la industria nacional demuestran la importancia que para la economía nacional ha tenido y está teniendo el sector termosolar como freno a la crisis y al desempleo.
Hay otro factor a destacar en este sentido. La crisis ha ratificado que España es un país de pequeñas y medianas empresas. En los últimos dos años, nada menos que 7.000 sociedades han dejado de ser grandes empresas para convertirse en pymes. El país ha experimentado un retroceso que lo ha llevado a los niveles de 2006 y ahora sólo 30.574 compañías facturan más de 6 millones de euros. Este tamaño relativamente pequeño de las empresas es uno de los obstáculos para salir de la crisis, ya que dificulta la internacionalización en unos momentos en que las exportaciones sirven para paliar la caída de la demanda interna.
Frente a esta realidad, en el sector termosolar operan por regla general grandes compañías que aseguran su estabilidad, el mantenimiento del empleo y una capacidad de innovación que ha convertido a España en el líder mundial por capacidad tecnológica a la hora de convertir la energía del astro rey en electricidad renovable, limpia y almacenable.