Los fluidos de transmisión térmica son clave para el éxito de la termosolar, ya que son los encargados de transportar el calor obtenido del sol, desde el campo solar hasta el bloque de potencia.

Los fluidos de transmisión térmica (HTF por sus siglas en inglés) van desde el aceite o el agua hasta las sales fundidas.

Estos HTF son clave para el éxito de la CSP, ya que son los encargados de transportar el calor obtenido del sol, desde el campo solar hasta el bloque de potencia, donde es transformado en electricidad.

Una central termosolar no es muy diferente a cualquier central termoeléctrica en relación a la forma de producir electricidad. Todas ellas necesitan una fuente de calor, el cual es transferido a una turbina (ya en forma de vapor) para generar electricidad. La única diferencia es que en el caso de una planta CSP, el calor es obtenido mediante el sol, en lugar de quemando gas o carbón. Los fluidos de transmisión térmica (HTF) son imprescindibles para absorber todo el calor acumulado en el campo solar y transportarlo hasta el bloque de potencia.
 
Existen tipos muy diferentes de HTF empezando por el agua (que no tiene más coste que el de ser desionizada), el aceite pesado o las sales fundidas. En un nuevo artículo de CSP Today, hemos comparado y evaluado estos tres principales tipos de fluido en base a las diferentes tecnologías y situaciones.
 
El agua puede resultar inestable y difícil de manipular a altas presiones y temperaturas. Según Arnold Leitner, autor del artículo y Fundador y antiguo CEO de SkyFuel, “usar agua como HTF es problemático ya que su presión aumenta significativamente con la temperatura”. Evaporar agua hasta las condiciones necesarias para ser usado en una turbina de vapor para generación eléctrica (550 Grados Celsius) requiere presurizar el evaporador a 160 bar. Utilizar agua como fluido de transmisión puede valer la pena para evitar pérdidas de eficiencia y costes extra en el intercambiador de vapor (puesto que no sería necesario al ser utilizado el mismo vapor en la turbina).
 
Los promotores de CSP han utilizado aceites de transmisión para sortear estas dificultades originadas por la presión en los conductos. Sin embargo el problema con los aceites pesados es que los hidrocarburos se descomponen cuando son calentados a temperaturas en torno a los 400 Grados Celsius. Por lo tanto el aceite limita la temperatura a la que las plantas cilindroparabólicas pueden trabajar.
 
Las sales fundidas son una mezcla de sales de nitrato, principalmente nitrato de sodio NaNO3 y nitrato de potasio KNO3 en una proporción 60/40, que se funden cuando se calientan por encima de los 230 Grados Celsius. Según Leitner “las sales fundidas se pueden utilizar en tecnología cilindroparabólica pero es mucho más sencillo obtener una temperatura superior si el índice de concentración puede incrementarse desde los 80x para un concentrador en línea, como uno cilindroparabólico, a hasta unos 1000x en una torre energética”.
 
Sin embargo, mientras que los fluidos de transmisión térmica suponen un importante costo en los componentes de una planta termosolar (en los tubos de recepción y los trazados de circulación), estos fluidos suponen una mayor diferencia cuando son utilizados en grandes cantidades como medio de almacenamiento. Actualmente solo las sales fundidas son empleadas para este propósito.
 
Este artículo fue publicado por CSP Today como parte de CSP TODAY LATAM 2013 (Antofagasta, 17-18 de julio). Para más información y para leer el artículo completo visita http://www.csptoday.com/latam/content7.php