Isolux Corsán participó, junto con la israelí Brenmiller, en la subasta de potencia renovable que organizó Sudáfrica en julio del año pasado. Ambas optan a construir una central de energías solar termoeléctrica de 150 MW por un importe aproximado de 500 millones de dólares, unos 452 millones de euros al cambio actual.
El Gobierno de Sudáfrica lanzó en julio del año pasado la ronda 4.5 de su programa de fomento de renovables, denominado Renewable Energy Independent Power Producer Procurement Programme, cuyos resultados se conocerán a finales de año.
Se subastaron 1.800 MW de renovables, de los que 650 MW fueron termosolares. Los precios de adjudicación para la tecnología fueron de 100 euros por MWh en base y 270 euros por MWh en punta. Las plantas cobrarán unos 150 euros por MWh.
Según la publicación especializada CSP Today, al concurso se presentaron siete proyectos de esta tecnología. Tres son de la norteamericana SolarReserve -junto con la francesa Engie-, otro de la norteamericana BrightSource, y otro de la saudí ACWA Power. En todos estos casos, la potencia de cada planta es de 150 MW.
Ahora el israelí The Globes ha publicado que Brenmiller, una empresa especialista en sistemas de almacenamiento de energía, ha pujado de la mano de Isolux para otro proyecto, también de 150 MW. Ambas participan al 50 por ciento en una instalación cuyo coste rondará los 450 millones. Isolux ha confirmado la existencia de un acuerdo con Brenmiller, pero sujeto a confidencialidad.
Isolux, presidida por Nemesio Fernández-Cuesta, es una de las principales constructoras de plantas solares del mundo. Con el punto fuerte en la fotovoltaica, ha construido 60 centrales con una potencia conjunta superior a los 700 MW.
Por otro lado, tiene en venta T-Solar, uno de los líderes de esta tecnología en España, con 264 megavatios (MW) en operación y 50 MW en construcción. Mantiene una negociación en exclusiva con el fondo I Squared por unos 120 millones. Su objetivo es cerrarla en las próximas semanas.
La eléctrica estatal pide reducir el ritmo de incorporación de energías ?verdes?
Eskom, la compañía eléctrica estatal de Sudáfrica, que hasta ahora ha comprado toda la producción renovable a los precios establecidos por el Gobierno tras las celebración de las subastas, quiere echar el freno al mecanismo.
El consejero delegado de la empresa, Ben Ngubane, ha anunciado que no va a firmar ningún contrato de compra de energía cuando se acabe la presente ronda de pujas, a menos que la empresa tenga una mayor participación, porque al ritmo actual se comprometen sus ingresos y baja su competitividad.
Al principio, la eléctrica estaba encantada con el modelo, porque le permitía aumentar la capacidad y estabilizar el sistema eléctrico, pero los costes crecientes, y el equilibrio alcanzado en las redes le han hecho cambiar de opinión. Ahora confía en mantener una negociación con el Gobierno para reducir el impacto económico.
Hasta la fecha, gracias a los concursos, Sudáfrica ha atraído inversiones por más de 12.100 millones de euros, que le han permitido instalar 12.145 MW de renovables.