La Asociación Española para la Promoción de la Industria Termosolar (Protermosolar) ha reclamado hoy un papel más relevante de las plantas termosolares en la generación eléctrica en un contexto marcado por la falta de consenso político para alargar la vida útil de las centrales nucleares.
Por tecnologías, según datos estimados por REE, en el mes de julio, el 20,6% de la producción eléctrica provino de la nuclear, el 18,8% del carbón, el 17,8% del ciclo combinado, el 15,5% de la eólica, el 10,8% procedió de la cogeneración, un 5,3% hidráulica, un 4,2% de la solar fotovoltaica, un 4,1% de la termosolar, un 1,3% de residuos y un 1,6% de otras energías renovables.
La termosolar alcanzó en algún periodo horario durante los siete primeros meses de 2017 su récord de contribución: el 10% del total de producción eléctrica en España. Estos datos constatan la necesidad de apoyar a la industria solar termoeléctrica, por fiabilidad y contribución a la estabilidad de la red, gracias a su aportación inercial, que junto con su gestionabilidad, la diferencia de otras tecnologías de generación renovable variables.
El escenario energético previsible en España apunta a que toda la nueva generación que se instale hasta 2030 será renovable. En un eventual contexto, sin consenso político para alargar la vida de las centrales nucleares y con fecha de caducidad para la generación con carbón y gas, las centrales termosolares constituirán una pieza indispensable del mix de generación del país, siendo la única tecnología capaz de generar electricidad cuando el recurso natural ha dejado de estar presente, a un precio, a fecha de hoy, que ya se acerca al del pool.
En los primeros siete meses del año, la demanda de energía eléctrica en España se estima en 147.417 GWh, un 1% más que en el 2016. Una vez corregida la influencia del calendario y las temperaturas, la demanda de energía eléctrica ha aumentado un 1,4% respecto a la registrada en el año anterior.