Con la salida de Siemens y Solar Millennium del mercado, lo más fácil sería descartar la implicación de Alemania en la termosolar.
Hubo un tiempo en el que Alemania se erguía orgullosa en el mundo de la CSP. El Centro Aeroespacial Alemán (DLR, por sus siglas en alemán) llevó a cabo una investigación pionera en la Plataforma Solar de Almería.
Además, fabricantes como Schott Solar lideraban el mercado de los componentes y el desarrollador Solar Millennium lograba contratos para plantas en España o EE. UU. Empresas como Schlaich Bergermann und Partner y Solarlite propusieron novedosos enfoques tecnológicos y la alemana Novatec anunció recientemente la mayor torre energética del mundo con tecnología lineal Fresnel: Puerto Errado 2.
Sin embargo, parece que los alemanes se encontraron con un bache hace poco. Solar Millennium perdió su fuerza y se declaró en quiebra en diciembre de 2011. Desde entonces, se han liquidado la mayoría de sus activos. Por ejemplo, han vendido sus operaciones en EE. UU. a NextEra Energy y BrightSource.
Otro caso es el del gigante alemán de ingeniería Siemens, que el mes pasado se retiró del mercado termosolar después de que su adquisición en 2009 de la israelí Solel Solar no cumpliera sus expectativas.
Al ver la falta de nombres alemanes entre los licitadores que optan a proyectos en mercados termosolares que están surgiendo ahora como son China, la India, Latinoamérica, Sudáfrica, Oriente Medio y el norte de África, sería sencillo dar por hecho que Alemania ha perdido su contacto con la CSP.
Pero nada más lejos de la realidad. Es más, los participantes restantes en la termosolar alemana han formado una piña para demostrarlo con el lanzamiento, este mes, de una asociación denominada Deutsche CSP.
Entre los fundadores de la asociación se encuentran DLR y Schott, y ya cuenta con 35 miembros. "Vemos mucho potencial en esta tecnología", declara Georg Brakmann, que va a abandonar su puesto de director gerente de Fichtner Solar para convertirse en el portavoz de Deutsche CSP.
Un vistazo por algunas de las empresas alemanas que participan en CSP confirma que el país todavía está muy comprometido con la termosolar.
Los mejores suministradores
Schott, por ejemplo, sigue siendo uno de los principales suministradores del sector. Fichtner es una empresa líder en el desarrollo de plantas de ciclo combinado solar integrado que han ayudado a adoptar CSP en Oriente Medio y el norte de África. Por su parte, Flabeg es un aclamado proveedor de vidrio.
Y Brakmann señala que había buenos motivos para las importantes salidas del mercado de Siemens y Solar Millennium. En el caso de Siemens, cree que la empresa no calculó bien su estrategia de adquisición.
"Se dieron cuenta de que el mercado para la CSP estaba en países árabes y el hecho de contar con un proveedor de Israel no era la opción más sensata", declara.
En cualquier caso, también es cierto que aunque Siemens es un nombre importante en ingeniería y energía renovable en general, dentro del mercado termosolar nunca obtuvo una masa crítica suficiente para que se le considerara un participante importante. Y es probable que siga realizando negocios como vendedor de componentes para CSP.
Por otro lado, la verdad es que Solar Millennium era prácticamente un gigante de la CSP en cierto modo. Sin embargo, según indica Brakmann, sufrió junto a todo el sector de la energía solar la aparición de importaciones más económicas de fotovoltaica procedentes de China.
"El sector termosolar está viviendo un momento difícil por el bajo coste de la fotovoltaica -declara Brakmann-. Antes, la CSP costaba la mitad que la fotovoltaica, pero esa ventaja económica ya no existe. Eso es lo que supuso un problema para Solar Millennium en cierto momento".
"Tenían grandes proyectos en EE. UU. y habían gastado mucho dinero en esos proyectos pero, de un día para otro, los precios bajaron y no pudieron desarrollar los proyectos. Por eso, se declararon en quiebra".
Así que la desaparición de Solar Millennium probablemente se deba solo a la mala suerte. De todas maneras, una característica de su fracaso que apenas se señala es que la mayor parte de los activos de la empresa fuera de EE. UU. han pasado a propietarios alemanes.
Ingeniería y construcción
Por ejemplo, su división de ingeniería y construcción, Flagsol, fue a parar a manos de Ferrostaal, con sede en Essen. Por otro lado, su participación en la planta Andasol se vendió a Andasol 3-Fonds GmbH. Y una filial de STEAG, la quinta mayor empresa de energía alemana, compró la parte que poseía de Arenales.
Todo eso significa que una parte importante de conocimientos relacionados con la CSP van a seguir estando en Alemania. "Contamos con todo el sector: desarrollo de proyectos, ingeniería, componentes tecnológicos, etc.", declara Brakmann.
Los observadores coinciden en que Alemania todavía goza de gran reconocimiento, incluso aunque Dorothee Bürkle, responsable de comunicaciones corporativas en el DRL, admite que la "investigación es un poco más lenta".
El dr. Eduardo Zarza Moya, del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), señala: "La DLR cuenta con una delegación de unos 14 investigadores en la Plataforma Solar de Almería.
Tenemos una relación estrecha con ellos y el DLR lleva a cabo mucha investigación y desarrollo en CSP. De hecho, su presupuesto para CSP es mucho mayor que el del CIEMAT".
La analista solar de Bloomberg New Energy Finance, Jenny Chase, añade que incluso después de la retirada de Siemens y Solar Millennium: "Todavía hay empresas alemanas que participarían en la implementación de termosolar a gran escala".