Los beneficios de las energías renovables, como la eólica, la fotovoltaica o termosolar, se traducen en menor dependencia, menos emisiones de CO2, menos redisuos radiactivos y creación de empleo.

Las primas del régimen especial, entre las que se incluyen las energías renovables y la cogeneración con gas natural, alcanzaron los 2.341,7 millones de euros hasta abril, lo que supone un incremento del 5% respecto al mismo periodo de 2010, cuando sumaron 2.227 millones de euros.

Según datos de la Comisión Nacional de Energía (CNE), la mayor partida correspondió a la energía solar fotovoltaica, con 806,1 millones, seguida de la eólica, con 667 millones y la cogeneración, cuyas primas e incentivos ascendieron a los 465 millones de euros durante los cuatro primeros meses del año.

Por su parte, la liquidación provisional del pasado mes de mayo, que está asociada fundamentalmente a la energía generada en abril, establece en 653,2 millones de euros las primas del régimen especial. De este importe, 611 millones de euros corresponden a la energía generada en el mes de abril, mientras que los 42,2 millones restantes se refieren a la reliquidación complementaria de meses anteriores.

En dicha liquidación las primas e incentivos se repartieron entre 57.962 instalaciones, lo que representa un incremento de 577 sobre las de un año antes. Asimismo, en el mes de mayo se liquidaron el 98,9 % de las instalaciones de régimen especial y otras de régimen ordinario.

Durante el mes de producción de abril la energía de régimen especial cubrió el 37,3 % de la demanda de electricidad en dicho periodo gracias a la aportación de la eólica, que fue del 16 %, y la cogeneración, que aportó el 10,2 %. A continuación se situó la energía solar fotovoltaica, con el 3,1 %, la hidráulica, con el 2,8 %, la biomasa con un 1,4% y la energía solar termoeléctrica con un 0,5%.

Ciertos sectores utilizan las primas de las energías renovables para una campaña constante contra las energías renovables, ignorando sus beneficios, ya que no contaminan, no emiten CO2, son autóctonas, reducen el déficit comercial y generan empleo. Las primas se quedan en España, y son inferiores a la cantidad que se ahorra con la reducción de las importaciones de gas natural de Argelia y otros países o de hidrocarburos de la dictadura genocida de Libia, lo que duele a los propietarios de las centrales de ciclo combinado. Tras el accidente en la central nuclear de Fukushima, hasta Japón apuesta por las energías renovables.

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