Las seis centrales termosolares extremeñas utilizan ya entre un 75 y un 80 por ciento de componentes fabricados en España o con tecnología desarrollada en el país, que se encuentra a la vanguardia mundial.

La Asociación Española de la Industria Solar Termoeléctrica (Protermosolar) destaca estos datos frente a interesadas opiniones de los últimos tiempos sobre que el sector se nutre de "espejos baratos fabricados en China".

 Protermosolar indica que este sector "podría alcanzar una autosuficiencia tecnológica del 90 por ciento", pero añade que ese incremento "no compensa" actualmente en términos de eficiencia económica.

Extremadura es la segunda comunidad autónoma española con más centrales termosolares, con cinco plantas en la provincia de Badajoz y una en la de Cáceres, además de tres en construcción y otras diez preasignadas.

En concreto, existen dos centrales ubicadas en el municipio de Torre de Miguel Sesmero y otras tres repartidas por los términos municipales de Alvarado, La Garrovilla y Badajoz capital, así como otra en la localidad cacereña de Majadas.

Según Protermosolar, entre los años 2008 y 2011 las centrales termosolares han pasado de utilizar un 50 por ciento de elementos fabricados en el extranjero a "sólo" un 25 por ciento, un dato "suficientemente ilustrativo" de los avances en I+D+i que ha realizado esta industria y su "liderazgo mundial".

Cabe señalar que los costes de una central termosolar se reparten a razón de un 50 por ciento para el campo solar, un 15 por ciento para el sistema de conversión de potencia, un 15 por ciento para el sistema de almacenamiento, un 10 por ciento para el sistema de control y sus elementos auxiliares y un 10 por ciento para componentes eléctricos y electrónicos.

El campo solar se fabrica íntegramente en España porque el mercado termosolar eléctrico ha tenido el "suficiente poder de atracción" como para que se implantara en Aznalcóllar (Sevilla) la fábrica de tubos absorbedores de la firma alemana Schott Solar, con una inversión inicial de 25 millones de euros y la creación de un centenar de puestos de trabajo.

La fabricación de espejos parabólicos es realizada en España desde hace tres años por la compañía Rioglass, en Asturias, de capital y tecnología íntegramente nacionales, y que "es hoy líder mundial" en metros cuadrados fabricados.

Asimismo, grupos de empresas dedicadas a la fabricación de estructuras metálicas para subsectores de la industria nacional han reconvertido sus actividades en los últimos años para fabricar componentes de los colectores solares.

 Los motores con que se mueven los espejos de los campos solares se fabrican íntegramente en España, que además suministra el 100 por cien del cableado eléctrico de las centrales termosolares. El campo solar también necesita de cimentaciones para los espejos y de pilotajes para anclarlos en tierra, obras que se encomiendan a empresas constructoras españolas.

 Por el contrario, son de importación las sales fundidas que permiten el almacenamiento, el fluido térmico que circula por los tubos absorbedores, algunas bombas, componentes informáticos y la turbina de vapor, elemento que se adquiere en países como Alemania, Francia y Estados Unidos por su tradición y ventaja.

 

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