El ministro de Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo, viaja a Uarzazate, al sur de Marruecos, donde el rey Mohamed VI inaugura la primera fase de una centrak termosolar, en la que participan varias empresas españolas y que será la más grande en el mundo.
García-Margallo acudirá a esta ciudad marroquí en la que el monarca alauí, acompañado por su Gobierno al completo y también por la ministra francesa de Ecología, Ségolène Royal, inaugurará esta termosolar, que comenzará a estar operativa con una potencia inicial de 160 megavatios.
Esta inauguración supondrá el evento económico más relevante del año en Marruecos y permitirá situar a este país (que el próximo noviembre organizará la cumbre climática COP 22) en el mapa de las «energías limpias».
La primera central cilindro-parabólica que se inaugura hoy se extiende sobre una superficie de 450 hectáreas y permitirá un almacenamiento de energía de tres horas, así como evitará la emisión de 2,9 millones de toneladas de CO2 en los próximos diez años.
Esta primera fase llamada Noor 1 (Luz 1, en árabe) fue adjudicada en una licitación internacional en septiembre de 2012 a un consorcio liderado por la compañía saudí Acwa, con la española Acciona como principal constructor, un contrato de unos mil millones de dólares (900 millones de euros al cambio de hoy).
La construcción de la planta ha supuesto una pequeña revolución en Uarzazate, una pequeña ciudad situada entre el Gran Atlas y el Anti Atlas, al atraer a centenares de técnicos internacionales, sobre todo españoles, que ha animado incluso a compañías aéreas a abrir líneas regulares entre Madrid y esta localidad marroquí mientras dura el proyecto.
Esta primera fase forma parte de un megaproyecto compuesto por una segunda y tercera que producirán 200 y 150 megavatios, respectivamente, y que fueron ganadas en enero de 2015 por un consorcio formado por la saudí Acwa Power y la española Sener, con un proyecto valorado en 1.800 millones de euros.