El Laboratorio Nacional de Sistemas de Concentración Solar y Química Solar se ha fijado como meta diseñar, construir y poner en operación tres sistemas solares.
México ya busca desarrollar la energía solar a través del Laboratorio Nacional de Sistemas de Concentración Solar y Química Solar (LACYQS) del Centro de Investigación en Energía (CIE) de la UNAM, ubicado en Temixco, Morelos, donde se construyó el primer Horno Solar de Alto Reflujo Radiativo (HSAR) del país y único en su tipo en Latinoamérica.
Se trata de una instalación fundamentalmente de investigación científica y tecnológica que se encuentra en su primera etapa y que permitirá a los científicos y tecnólogos mexicanos y de otros lugares del mundo, hacer investigación fundamentalmente en áreas de producción de energía eléctrica con energía solar concentrada, explicó el doctor Claudio Estrada Gasca, director del CIE, quien instó a apostarle al futuro y, para ello, consideró fundamental impulsar proyectos como éste, que reducen la dependencia tecnológica.
"Así, nos metemos de lleno a la competencia en el desarrollo de energías renovables para enfrentar el futuro energético", sostuvo el científico. El Laboratorio Nacional de Sistemas de Concentración Solar y Química Solar se ha fijado como meta diseñar, construir y poner en operación tres sistemas solares: un horno solar de alto flujo radiactivo, una central solar para el tratamiento foto catalítico de aguas residuales y un campo de pruebas para heliostatos.
El horno cuenta con una persiana vertical única en género en el mundo. También el helióstato ampliará su capacidad; en este arranque puede concentrar temperaturas de hasta 3.500 grados Celsius y en la segunda fase, podría llegar hasta cinco mil. El concentrador cuenta con 211 espejos y duplicará su capacidad para llegar a 409. La idea es que el desarrollo tecnológico solar en aquella entidad, abra la posibilidad para generar combustibles solares.
El laboratorio nacional permitirá también incursionar en el área de la química solar, esto es, utilizar la energía solar concentrada para poder producir combustible como el hidrógeno o como el zinc, que es una forma de almacenamiento de la energía solar.
"Lo que posibilita este horno como instalación científica y tecnológica, es que ahora tenemos los mexicanos el instrumento para poder desarrollar tecnología de generación de combustibles solares y tecnologías de torre central, que consiste básicamente en un conjunto de espejos, un helióstato enorme que dirigen la radiación a lo alto de una torre donde se instala un intercambiador de calor y esa energía solar que llega a ese punto, produce directamente energía térmica que la usamos para producción de vapor de agua (alta presión en temperatura), similar a la que hace una termoeléctrica".
Estrada Gasca explicó que el Horno Solar de Alto Reflujo Radiativo es un instrumento que usa la energía solar concentrada, tanto para investigación básica aplicada y desarrollo tecnológico, como para el estudio de varios procesos industriales y desarrollo de componentes de tecnologías para la generación termosolar de potencia eléctrica, entre otros.
"Con este instrumento se proporcionarán servicios a institutos de investigación, universidades y diferentes ramas de la industria tales como la química, la cerámica, la metalmecánica, de altos hornos, eléctrica, producción de electricidad, entre otros", apuntó.
La otra instalación inaugurada también el fin de semana, es la planta solar fotocatalítica piloto para el tratamiento de aguas residuales provenientes de la industria farmacéutica, textil, alimentaria, de perfumes y de aguas poco contaminadas por el humo, como de lluvia, pozos y lagos.
El tiempo de purificación depende del tipo de molécula que se quiera limpiar. Por ejemplo, en el caso de detergentes es de tres a cuatro horas por metro cúbico, y de los plaguicidas, de seis a ocho horas. Por el momento, el líquido sólo es redituable para la industria.