Navarra prevé instalar 652 MW de energía eólica, 45 MW de biomasa y 50 de energía solar termoeléctrica. Supone, en términos absolutos, un incremento del 63% de la potencia renovable.
El accidente nuclear de la central de Fukushima ha reabierto un viejo debate acerca de la conveniencia de generar un tipo de energía que puede resultar ingobernable y con un inmenso poder para contaminar y causar daño. La energía nuclear no entra en el mix energético que contempla el Gobierno de Navarra para el futuro. Bien al contrario, la apuesta sigue pasando por las energías renovables. En su plan energético para 2020 prevé cubrir más del 100% de la demanda eléctrica de la Comunidad Foral con energías renovables.
El objetivo pasa por incrementar la potencia instalada de energías renovables desde los 1.320 megavatios de potencia de 2009 a los 2.180 que se prevén den 2010. Así, está previsto instalar 652 megavatios eólicos añadidos, 45 de biomasa y 50 de termosolar, entre otras instalaciones. Supone, en términos absolutos, un incremento del 63% de la potencia renovable.
Junto a ello, el borrador del plan, que está siendo presentado estas semanas a diferentes agentes del sector, pretende además fomentar el consumo eficiente de la energía y su gestión inteligente. En total se prevén 986,1 millones de euros, de inversión entre iniciativa pública y privada. De esta inversión, el 52,7% se destinará a medidas de ahorro y eficiencia energética, y el resto a actuaciones en sistema eléctrico y gas o nuevas instalaciones de generación.
"Por mucho que algunos las denosten, las energías renovables son un elemento clave de nuestro desarollo económico", explicó José María Roig, consejero de Innovación, Empresa y Empleo, en la presentación del plan energético. Roig incidió también en la importancia de ahorrar energía "porque se derrocha mucha en los hogares, en los edificios y en el transporte".
El documento se propone asimismo cumplir con todos los objetivos europeos para 2020, entre los que se encuentran una reducción del consumo de energía primaria del 20% (Navarra prevé llegar el 30%). Del mismo modo Navarra alcanzar cubrir un 11% del gasto energético del transporte con renovables (el objetivo europeo es el 10%) y autoabastecerse e incluso exportar electricidad de origen renovable: según los datos, Navarra sería capaz de producir un 10% más de lo que consuma.
El excepcional año hidráulico y de viento permitió a Navarra cubrir en 2009 el 81,2% de su consumo eléctrico con fuentes de energía renovable. No será fácil repetir el dato en los próximos años -para 2015 apenas se espera rebasar esta cifra-, pero el avance de la última década resulta espectacular: en 1999, Navarra apenas cubría el 39% de la demanda con fuentes de energía limpia.
Esto significa que de toda la energía consumida en Navarra el 21,38% es renovable por lo que Navarra contribuye a que España mejore sus ratios con el Protocolo de Kyoto, ya que la energía generada en la Comunidad foral se basa principalmente en renovables y gas de ciclo combinado. Durante el año 2009 se generaron un total de 3.644.081 MWH (megavatios hora) de electricidad limpia. Esta cifra supone que Navarra evitó gracias a la producción de renovables un total de 3,5 millones de toneladas de C02 si se compara con la producción de una central térmica de carbón, una de las más contaminantes o un total de 1,2 millones de toneladas de C02 si se compara con el sistema de generación eléctrica de España.
¿De dónde llegó el otro 18,8% de energía eléctrica no renovable? Fundamentalmente de los ciclos combinados de Castejón, con 1.23 megavatios de potencia y que permiten a Navarra exportar casi un tercio de la energía eléctrica que se consume. 1.200 gigavatios hora marcharon a la Comunidad Autónoma Vasca y 2.900, a La Rioja. Además, entraron 2.000 gigavatios de Aragón. "Pero es imposible decir cuál es la procedencia de esos gigavatios, si su origen es nuclear, de carbón o renovable", explicaron desde Red Eléctrica Española, la empresa encargada de la red de transporte de electricidad.