Seis organismos internacionales han comprometido su participación para financiar la primera fase del futuro megaparque solar marroquí, que estará situado en la región de Midelt (centro del país) y aspira a producir 800 megawatios.

Según publica hoy el diario Le Matin, esta primera fase del parque Noor Midelt, cuyas fechas de construcción y funcionamiento aún no se conocen, va a necesitar un presupuesto de 2.200 millones de dólares.

De ellos, la mayor parte (750 millones) serán aportados por el banco alemán de desarrollo KFW, que ya ha aportado una cantidad similar en el pasado para la otra gran central solar marroquí, la de Uarzazate, que ya está funcionando en su primera fase.

Le seguirá el Banco Mundial, que tiene ya prácticamente cerrado -según el diario- un préstamo de 400 millones, el Banco Africano de Desarrollo (BAD), con 260; el Banco Europeo de Inversiones (BEI), con 200, más otras aportaciones de la Agencia Francesa de Desarrollo (100 millones) y el Clean Technology Fund (50 millones).

La central solar de Midelt será, como la de Uarzazate, de carácter mixto, pues combinará la tecnología termosolar con la fotovoltaica, y está llamada a ser la más grande de Marruecos y una de las mayores del mundo.

Midelt, situado entre las dos cadenas del Atlas (Alto y Medio) está en una zona bastante despoblada y que cuenta con un gran número de horas de sol anuales; además de la energía solar, en la misma región hay previsto un parque eólico de 150 MW.

Marruecos, hasta ahora muy dependiente de las energías fósiles que importa en su totalidad, tiene previsto un ambicioso «plan verde» para producir el 52% de energía que consume de fuentes renovables en el horizonte de 2030.