España ha sido, y es, líder en energías renovables y, particularmente, en termosolar. Pero las esperanzas se cerraron de un portazo hace poco más de un par de semanas.
España ha sido, y es, líder en energías renovables y, particularmente, en termosolar. Pero las esperanzas se cerraron de un portazo hace poco más de un par de semanas.
Es paradójico abrir la página web de la campaña de marketing ‘Marca España’, promovida por el gobierno, y ver cómo empresas de la talla de Abengoa, Acciona o Sener son mencionadas por haber "convertido a España en líder mundial en energías renovables". Sobre todo, cuando hace casi justo un mes, el día 11 de junio, el gobierno publicaba en el Boletín Oficial del Estado el Real Decreto 413/2014, de 6 de junio, por el que se regula la actividad de producción de energía eléctrica a partir de fuentes de energía renovables, cogeneración y residuos. Y con carácter retroactivo, una de mis palabras favoritas, porque ahora se usa casi para todo.
Pero esta nueva legislación, a la cual todas las partes afectadas definen como ‘brutal’, no sólo afecta a las empresas españolas dentro del territorio nacional, sino que supone también un obstáculo para que éstas puedan vender su conocimiento en el extranjero. Estar presentes fuera de nuestras fronteras supone invertir dinero, a lo que hay que añadir el daño que se hace a la imagen de estas empresas a la hora de ampliar horizontes.
¿Dónde están esos nuevos horizontes?
Podríamos decir que Abengoa Solar es la empresa española que ha tenido más éxito en el mercado internacional, con plantas termosolares en funcionamiento o en construcción en Argelia, México, Sudáfrica, Chile, Emiratos Árabes Unidos y Estados Unidos. Por su parte, Acciona también ha triunfado en el extranjero con las centrales de ‘Nevada Solar One’, en Estados Unidos, ‘Bokpoort’, en Sudáfrica y ‘Noor I’, en Marruecos, donde trabaja con las empresas Sener y TSK.
Otros ejemplos de empresas españolas intentando entrar en mercados internacionales los encontramos en Kuwait y el ‘Proyecto Shagaya’, donde la gran mayoría de las ofertas venían de la mano de empresas con apellido español.
Sudáfrica ha sido un mercado interesante para la termosolar española en las primeras rondas del plan de energías renovables del país. Por ejemplo, empresas como Abengoa, Abeinsa, Abener, Acciona, Cobra, Sener, Técnicas Reunidas y TSK están involucradas en varios proyectos.
Arabia Saudí es un mercado del que se ha hablado mucho. De momento, sólo hay silencio por parte de las autoridades del reino de aquel país. Sin embargo, parece que los pasos lentos pueden derivar en algo lucrativo para las empresas mejor posicionadas.
De Chile también se ha hablado y mucho, pero habrá que esperar todavía un tiempo para que la termosolar se asiente. La fotovoltaica, sin embargo, se está afianzando de forma rápida. Sin ir más lejos, la presidenta Bachelet inauguraba recientemente la planta ‘Amanecer Solar CAP’, de SunEdison, en Atacama, al norte del país. De hecho, esta es -hoy en día- la planta solar más grande de América Latina. En termosolar, Abengoa Solar será la encargada de desarrollar el proyecto ‘Cerro Dominador’. Con ejemplos y proyectos como estos, sí podemos hablar de Marca España.